Procede de la misma planta que el té negro (Camellia sinensis), pero la gran diferencia radica en que se obtiene secando las hojas por acción del vapor (sistema japonés) o por el calentamiento (sistema chino).
Las hojas de la planta no se dejan marchitar y tampoco se dejan oxidar/fermentar. Estos procesos casi no alteran su composición química por lo que retienen los ingredientes activos de la planta (los polifenoles), sin que exista fermentación de las enzimas.